[ad_1]
¿Estás presente cuando comes? ¿Eres consciente de los mordiscos que te estás dando? ¿Observa su alimentación? ¿Te tomas el tiempo de olerlo antes de engullirlo? Tantas preguntas que hacerse cuando se come… Y, sin embargo, sí, la degustación es un poco mágica, permite aprender a saborear y degustar los alimentos que se comen… De hecho, permite sentir verdadero placer al comer. ¿No es genial?
Saber saborear significa comer prestando cierta atención a uno mismo y al plato.
La degustación es esencial para una buena percepción de nuestras sensaciones alimentarias: nos permite comer con una mayor conciencia de nuestras sensaciones de hambre y saciedad y, por tanto, responder bien a las necesidades de nuestro cuerpo. Esto significa que nos permite comer las cantidades adecuadas.
No hace falta hacer dieta ni controlar la comida con la degustación… ¡Hace todo el trabajo! Sí, es cierto. Tenemos apetitos específicos que nos hacen querer comer tal o cual alimento, en un momento dado, en función de nuestras necesidades (nutrientes, vitaminas y minerales). Cuando comemos estos alimentos deseados y los disfrutamos, nos proporcionan un mayor placer gustativo. Por último, es sencillamente la forma más natural de conseguir una buena diversidad dietética y de comer a gusto.
Todo ello le ayudará a recuperar un peso saludable, es decir, el peso para el que estamos hechos, si me permite…
¡No consideres tus antojos de comida como vulgares caprichos! No… En este artículo, te enseñaré a entenderlos y respetarlos para que puedas convertirte en el gourmet de la mesa respetando tu peso adecuado.
El gusto y los 5 sabores
Los 5 sabores son ácido, dulce, amargo, salado y umami. Tenga en cuenta que actualmente la grasa es un sabor que se está añadiendo a los otros 5. Otros elementos pueden variar, como la persistencia en boca, el regusto, etc;
¿Para qué sirven los aromas? Nos permiten identificar los alimentos que tenemos en la boca gracias a nuestras papilas gustativas, situadas en la lengua. Estos sabores proporcionan a nuestro cerebro información sobre el gusto de cada alimento.
Usted conoce el ácido (por ejemplo, el limón), el amargo (por ejemplo, el café), el dulce (por ejemplo, la mermelada), el salado (por ejemplo, las aceitunas), el umami es el 5º sabor, importado de Japón, que define el gusto de los alimentos como salado (difícil de identificar para nosotros, los franceses).
Nuestro organismo y nuestra lengua, gracias a sus sensores sensoriales, identifican los alimentos según su sabor compuesto de olores, sabores, texturas, temperaturas, sonidos… Todo ello se convierte entonces en el carné de identidad del alimento que nos construimos y que constituye su imagen sensorial. Por ejemplo: cuando ves un tomate inmediatamente «sabes» su sabor, su textura, su temperatura, etc. ¡Pues puedes darle las gracias a tu cerebro por todo eso!
Nos alimentamos de nuestras sensaciones gustativas. Al comer sin prestar atención al gusto, sin saborear, no experimentará fatiga gustativa, saciedad gustativa y tenderá a comer en exceso los alimentos que aportan muchas calorías. Así no respetará sus necesidades energéticas. ¡Es una pena! Aumentarás de peso sin darte cuenta.
Los 5 sentidos y la degustación
Durante la cata y para que ésta sea completa y esté perfectamente hecha, necesitamos nuestros 5 sentidos (habiendo hablado antes del gusto, explico aquí los otros 4 sentidos):
- La vista que nos indica la madurez de una fruta, la madurez de un queso Es el placer visual el que nos abre el apetito, la presentación del plato desempeña un papel determinante en nuestras ganas de comer.
- El sentido del olfato son los olores que percibimos a través de las fosas nasales, los aromas de los alimentos en la boca. Tómate tu tiempo para oler el plato y luego deja que los olores se expresen en tu boca.
- El sentido del oído se refiere al crujiente de una baguette, al crujiente de los cereales…
- El tacto nos permite evaluar la textura, la consistencia, la temperatura de un alimento, antes y durante la degustación. Tocamos con los dedos, sí, pero también con los labios y la lengua.
Cada vez que comas, intenta pensar en los sentidos que se movilizan y en el placer que proporcionan. La percepción del gusto y la agradable sensación de saborear desempeñan un papel esencial en su relación con la comida. Si eres consciente de lo que comes, lo disfrutarás y prestarás más atención cuando no tengas hambre;
Comer bien es, por tanto, un paso crucial para alimentarse de acuerdo con sus necesidades. Es una herramienta fundamental para reequilibrar su dieta y mantener un peso saludable.
Los beneficios de la degustación
La cata mejora :
- Presta atención a tus sensaciones alimentarias de hambre, saciedad y plenitud. Por lo tanto, comerás la cantidad adecuada de alimentos, sean del tipo que sean.
- Estimulación de los 5 sentidos, especialmente el gusto. El cerebro sintetiza más dopamina (la hormona del placer), lo que produce una sensación de bienestar muy agradable y relajante.
- Digestión que comienza con la masticación y continúa en la boca mediante la acción de las amilasas salivales (enzimas digestivas). Cuando digerimos mejor nos sentimos ligeros, cómodos y mucho mejor, ¿verdad?
La degustación ayuda a reducir el sentimiento de culpa. Sí, porque aunque sigas controlando la comida y te cueste desprenderte de la noción de comida buena y mala, gracias a la degustación comerás la cantidad justa que necesitas, evitarás comer en exceso y, por tanto, aprovecharás al máximo este momento de placer gustativo que te permites.
Es cuando te dices a ti mismo: «Ya he comido suficiente de esta comida», ¡es el momento adecuado para parar! Sí, está ahí… Debes aprovechar este momento, este pensamiento, ¡y verás que tu relación con el plato se transforma!
Ahora tiene todas las claves en sus manos para poder degustar sus platos como un enólogo degusta su vino. Esto le permitirá encontrar su peso adecuado…
De ti depende jugar con tus sentidos.
El artículo El arte de la degustación: ¿qué beneficios reporta? apareció por primera vez en CheckFood.
[ad_2]
Source link