[Article mis à jour le 19/09/2023]
El consumo regular de fruta y verdura contribuye a nuestra salud a largo plazo por varias razones. Al comer fruta y verdura con regularidad, obtenemos las vitaminas, los minerales y la fibra que nuestro organismo necesita para funcionar a niveles óptimos. Para saber más, te invitamos a seguir leyendo este artículo dedicado a las frutas y hortalizas en Q.
Quetsche
La quetsche es el fruto del Prunus domestica subsp. insititia, una subespecie de ciruelo que se cultiva desde hace siglos en Europa. Se trata de un pequeño fruto en forma de huevo con una piel lisa de color negro violáceo o rojo muy oscuro. Esta fruta de hueso tiene una pulpa tierna, firme y densa de color amarillo, con sabores ricos y dulces que suelen acentuarse cuando se cocinan.
Aunque puede comerse fresca, la quetsche se utiliza sobre todo para cocinar. La pulpa tiene un sabor picante. La ciruela se distingue por su alto contenido en azúcar. Además, su pulpa es más seca que la de la mayoría de las ciruelas. Esto la convierte en un aditivo ideal para la repostería.
La ciruela no diluye la repostería con exceso de líquido. Es la variedad ideal para hacer tartas de ciruelas y otros postres tradicionales centroeuropeos. Estas bayas azul-negras, aromáticas y ricas en vitaminas, también pueden utilizarse para hacer compota, mermelada, jalea, zumo, sirope, aguardiente y vino.
Las ciruelas frescas contienen unas 46 kcal por 100 g. La cantidad media de hidratos de carbono en esa porción de fruta es de 12 a 14,6 g. Aunque las ciruelas no son ricas en vitamina C, tienen niveles bastante altos de vitamina A y vitamina E. También contienen minerales importantes como potasio, hierro, magnesio, calcio y fósforo. Las requesones contienen muchas vitaminas del grupo B.
Las quetsches tienen muchas propiedades valiosas. Regulan la digestión, protegen contra los radicales libres e incluso mejoran el estado de ánimo. Mejoran el apetito. Previenen el estreñimiento, reduciendo el riesgo de cáncer de colon.