¿Cuánto valen las conservas?

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

¿Es el enlatado una buena o mala idea para la salud? Pues bien, debemos este magnífico invento a Nicolas Appert, que data del siglo XVIII.

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No soy una experta en este campo, pero me apasionan la nutrición y la salud.

Los artículos que encontrarás en mi sitio son el resultado de una investigación en profundidad que me gustaría compartir contigo. Sin embargo, me gustaría subrayar que no soy un profesional de la salud y que mis consejos no deben sustituir en ningún caso a los de un médico cualificado. Estoy aquí para orientarte, pero es importante que consultes a un profesional en caso de dudas específicas o preocupaciones médicas. Su bienestar es importante. Así que asegúrate de consultar a los especialistas adecuados y cuídate lo mejor posible.

En realidad, los alimentos se escaldan, es decir, se precocinan, se introducen en tarros de cristal o metal y se someten a un tratamiento térmico a más de 100°C llamado appertización (que debe su nombre a su inventor).

Este tratamiento térmico elimina los microorganismos, toxinas y enzimas de los alimentos.

¿Es mejor comer verduras frescas?

Comer verduras frescas no es necesariamente mejor para la salud que comer verduras en conserva. Las verduras en conserva pueden ser incluso mejores que los productos frescos, porque éstos pierden hasta un 45% de su valor nutritivo durante el transporte.

Pero en realidad, las verduras en conserva deben compararse con las verduras frescas cocinadas, porque las verduras en conserva ya han pasado por la fase de cocción. El contenido en fibra, azúcar (=carbohidratos) y proteínas sigue siendo el mismo.

Puede que las verduras en conserva no sean tan apetitosas como las verduras brillantes de la frutería, pero tienen una serie de ventajas significativas:

  • Las verduras se recogen cuando están maduras y se conservan muy rápidamente. Se trata de un entorno herméticamente cerrado, sin oxígeno ni luz, y las verduras frescas son sensibles al oxígeno y a la luz una vez maduras.
  • En términos de higiene, no hay nada mejor: la conservación es muy segura y no presenta riesgos microbiológicos.
  • En general, las conservas son económicas.
  • Además, las conservas vegetales son prácticas: sigue siendo muy cómodo tenerlas a mano, sobre todo para las personas que no tienen tiempo de cocinar o que disponen de una cocina pequeña.

Y todo gracias a que se pueden conservar durante mucho tiempo, meses, años… de hecho, se puede superar sin miedo la fecha de consumo preferente indicada en ellas (Best Before Date), el alimento puede haber perdido un poco de sabor pero no hay riesgo para la salud.

Eso sí, tenga cuidado de comprobar que la lata no esté oxidada o abombada.

Otro buen punto, y no el menos importante, es animarnos a variar nuestros rellenos. Las conservas ofrecen una gran variedad de opciones.

Esto nos permite descubrir nuevos productos de otros países. Es fácil encontrar piña, gazpacho andaluz en sopa, ¡o incluso brotes de bambú para disfrutar calientes en una sopa!

Es más, algunas verduras caerían en el olvido si no se envasaran de esta manera: ¡ya nadie compra salsifíes en la frutería!

¿Las conservas tienen algún inconveniente?

Sin embargo, hay algunos inconvenientes:

  • la adición de sal, sobre todo para las personas que siguen dietas específicas en las que deben reducir su consumo de sal, como en el caso de la hipertensión arterial, por ejemplo.
  • Y luego está el azúcar añadido.
  • También hay que añadir que el sabor y la textura son muy diferentes a los de una verdura procesada…
  • Por último, algunas verduras no están hechas para la vida en lata: las berenjenas no la toleran bien. Su sabor será extraño y su aspecto no le gustará mucho.

Mi consejo: aclara siempre los alimentos enlatados y no cocines las verduras con el jugo de la conserva, ¡simplemente no lo hagas!

boites de conserve

¿Y cómo se cocinan?

A la hora de cocinarlas, no hace falta cocerlas a fuego lento durante horas porque ya están cocidas.

De lo contrario, ciertas propiedades, como la vitamina C, se perderían con el calor extra: unos minutos en una sartén serán suficientes.

Pero lo mejor es comerlas en ensalada. Puedes añadir una vinagreta de zumo de limón con algunas hierbas, por ejemplo.

También hay que tener en cuenta que es más prudente consumir ciertas verduras en conserva en invierno: sí, fuera de temporada, es mejor comer tomates en conserva que frescos, porque de lo contrario tendrán menos vitaminas al haber menos sol y, sobre todo, les faltará sabor.

Y a la hora de elegir las conservas, es mejor optar por las metálicas, ya que su opacidad protege a las verduras de la luz, a la que son sensibles una vez maduras.

En el caso de las conservas como la paella o los raviolis, lee bien la etiqueta: cuanto más corta sea la lista de ingredientes, mejor.

Resumiendo

  • FORTALEZAS: práctico, económico, larga conservación, gran variedad durante todo el año (muy práctico para los tomates, por ejemplo).
  • INCONVENIENTES: sal añadida, azúcar añadido, textura y sabor alterados.
  • Recuerde aclarar los alimentos enlatados