Pizza, hamburguesa o kebab: ¿cuál es el PEOR para la salud?

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

La comida rápida (pizza, hamburguesa, kebab) es una forma de comida preparada y servida en muy poco tiempo. Aparecida por primera vez en Estados Unidos en los años 50, la comida rápida ha conquistado todo el planeta. Hoy en día, este tipo de restauración ocupa un lugar predominante en las sociedades occidentales, donde el tiempo se ha convertido en un bien escaso. Cada día, millones de personas en todo el mundo consumen comida rápida. Descrita por los nutricionistas como comida basura, la producción de comida rápida sigue creciendo año tras año. La pizza, las hamburguesas y los kebabs se han convertido en clásicos de la comida rápida porque son muy asequibles y cómodos.

Antes de seguir leyendo

No soy una experta en este campo, pero me apasionan la nutrición y la salud.

Los artículos que encontrarás en mi sitio son el resultado de una investigación en profundidad que me gustaría compartir contigo. Sin embargo, me gustaría subrayar que no soy un profesional de la salud y que mis consejos no deben sustituir en ningún caso a los de un médico cualificado. Estoy aquí para orientarte, pero es importante que consultes a un profesional en caso de dudas específicas o preocupaciones médicas. Su bienestar es importante. Así que asegúrate de consultar a los especialistas adecuados y cuídate lo mejor posible.

Los reyes de la comida rápida

Pizza

Pizza seule

La pizza es un plato de origen italiano que se sirve generalmente en restaurantes llamados pizzerías. La pizza es un pan plano cubierto con una selección de carnes, verduras y condimentos. Los ingredientes más comunes son el tomate y el queso, pero no es raro ver pizzas con carne picada, champiñones, cebolla, ajo, pollo o salchichas.

En sus orígenes, la pizza era una especialidad gastronómica elaborada con ingredientes de primera calidad. La variante que se sirve en las cadenas de comida rápida no tiene nada que ver con esto, ya que estos establecimientos utilizan un sinfín de trucos para aumentar sus márgenes invirtiendo lo menos posible en ingredientes de calidad.

El kebab

Kebab seul

Un kebab es un plato de pan cubierto con carne o marisco a la parrilla y verduras como cebollas, tomates y pimientos. La carne de cerdo, cordero, ternera o pollo se corta en tiras finas y se asa en un asador vertical. Según la región, el kebab incluye pan normal o sin levadura, carne a la parrilla, verduras crudas, una salsa y posiblemente patatas fritas. Recientemente han aparecido versiones vegetarianas.

El kebab, un tentempié muy apreciado por los jóvenes, suele ser producido por empresas privadas. Compite ferozmente con las hamburguesas y es muy popular en países como Alemania. Los kebabs suelen ser producidos por empresas privadas, pero no son inmunes a los abusos de otras comidas rápidas.

El Gigante de Quick

El Gigante es el plato icónico de Quick, una cadena de comida rápida fundada en Bélgica. Fundada en 1971 por el barón François Vaxelaire, Quick fue la primera cadena europea de comida rápida. La cadena de comida rápida fue adquirida en 2007 por CDC, el fondo de inversión del gobierno francés. Hoy propiedad de Burger King Francia, Quick cuenta con más de 400 restaurantes.

Giant seul

La Giant es una hamburguesa compuesta por dos rebanadas de pan de sésamo, 2 hamburguesas de pura ternera, lechuga, cebolla y queso cheddar fundido. Esta hamburguesa es conocida sobre todo por su salsa a base de alcaparras. Esta salsa está elaborada con dióxido de azufre, leche de vaca, marisco, apio, mostaza, huevos, pescado y soja.

Big Mac de McDonald’s

Big Mac seul

El Big Mac es el icono de la famosa cadena de comida rápida estadounidense McDonald’s. McDonald’s, la mayor cadena de comida rápida del mundo, fue fundada en 1940 por Richard y Maurice McDonald. En la actualidad, McDonald’s está presente en 119 países de todo el mundo y sirve cada día a más de 68 millones de clientes en sus 36.000 restaurantes.

Introducido por primera vez en 1967 en Pittsburg, el Big Mac se compone de tres rebanadas de pan, dos hamburguesas de 45 gramos de pura carne de vacuno, lechuga, queso americano, pepinillos y cebolla. Entre los ingredientes de su salsa figuran jarabe de maíz, aceite de soja, vinagre, azúcar, sal, ajo en polvo y un impresionante número de aditivos como goma xantana, cloruro cálcico y monooleato de sorbitán polioxietilenado.

El Whopper de Burger King

Whopper seul

El Whopper es el producto estrella de la cadena internacional de comida rápida Burger King. Fundada en 1953 en Estados Unidos con el nombre de Insta-Burger King, Burger King cuenta actualmente con más de 15.000 establecimientos en 100 países.

Introducido en 1957, el Whopper ha sufrido varias reformulaciones, incluido un cambio de pan y de tamaño de la hamburguesa. La Whopper es una hamburguesa compuesta por un filete a la parrilla de 113 gramos, pan de sésamo, mayonesa, lechuga, tomate, pepinillo y cebolla en rodajas. Algunas versiones de la Whopper pueden llevar queso americano, beicon, mostaza o guacamole. En algunas regiones hay versiones vegetarianas y de pollo.

¿Son todos los restaurantes de comida rápida iguales? ¿Son todos tan malos como los pintan? ¿Cuál es el plato menos saludable? Para responder a estas preguntas, voy a comparar punto por punto los valores nutricionales de la pizza, el kebab, el Big Mac de McDonald’s, el Whopper de Burger King y el Giant de Quick’s.

Comida basura: ¡descubre la infografía!

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Calorías

Burger

Para funcionar, el cuerpo tiene que quemar calorías, que extrae de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas que ingiere. La energía liberada por estos nutrientes se utiliza para la contracción muscular, la función cerebral y muchos otros procesos metabólicos. Para un adulto con una actividad física media, el número recomendado de kilocalorías al día es de 2000. También es importante mantener un equilibrio entre las fuentes de calorías. Las proteínas deben representar entre el 10 y el 35% de las calorías totales. Los hidratos de carbono deben suponer entre el 45% y el 65% de las calorías totales. Las grasas, por su parte, deben representar entre el 20 y el 35% de las calorías totales. El cuerpo utiliza los hidratos de carbono como principal fuente de energía. Los hidratos de carbono son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro, que consume la mayor parte de ellos.

Las grasas, aunque son más energéticas que los hidratos de carbono, se utilizan como último recurso. Son útiles para la regulación térmica y durante un esfuerzo físico intenso. Esto se conoce más comúnmente como quemar grasas. Además, el metabolismo de las grasas requiere la hidrólisis de los hidratos de carbono. Un gramo (1 g) de hidratos de carbono aporta 4 kilocalorías, al igual que un gramo (1 g) de proteínas. Un gramo (1 g) de grasa proporciona el equivalente a 9 kilocalorías. Es importante vigilar de cerca la ingesta de calorías si quieres mantenerte delgado. Debes asegurarte de que las calorías que consumes al día son iguales a las que gastas en esfuerzo físico. Cuando la ingesta de energía supera el gasto energético del organismo, las calorías restantes se almacenan, bien en forma de glucógeno en el hígado y los músculos rojos, bien en forma de grasa.

Por lo tanto, un desequilibrio entre la ingesta y el consumo puede provocar problemas de salud. La consecuencia inmediata del consumo excesivo de calorías es el aumento de peso y de tejido adiposo. Con el tiempo, el exceso de calorías puede provocar sobrepeso u obesidad. Este desequilibrio también puede provocar enfermedades cardiovasculares y diabetes. Para evitar estos problemas, puede seguir una dieta de adelgazamiento, practicar deporte o vigilar de cerca el valor calórico de los alimentos que ingiere.

La clasificación

  1. La Whopper de Burger King ocupa el primer puesto con 630 kilocalorías, lo que representa el 32% de la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) para una persona con una actividad física media. En concreto, el 53% de las kilocalorías del Whopper proceden de las grasas, el 31% de los hidratos de carbono y el 16% de las proteínas.
  2. El kebab aporta 574 kilocalorías, es decir, el 29% de la CDR. La mayoría de las calorías del kebab, el 56%, proceden de los hidratos de carbono, mientras que el 17% proceden de las grasas y el 27% de las proteínas.
  3. Quick’s Giant aporta 535 kilocalorías, es decir, el 27% de la cantidad diaria recomendada. En concreto, el 63% de estas calorías proceden de las grasas, el 18% de los hidratos de carbono y el 19% de las proteínas.
  4. El Big Mac aporta 530 kilocalorías, es decir, el 26% de la CDR. Si nos fijamos en los detalles de estas calorías, vemos que el 46% proceden de las grasas, el 36% de los hidratos de carbono y el 18% de las proteínas.
  5. La pizza aporta 265 kilocalorías, es decir, el 13% de la CDR. El contenido calórico de la pizza se compone de un 42% de grasas, un 42% de hidratos de carbono y un 16% de proteínas.

En pocas palabras

De todos estos alimentos (pizza, hamburguesa, kebab), el Whopper de Burger King es el que tiene más calorías. Por sí sola aporta más de un tercio de la cantidad diaria recomendada. Por tanto, comer dos Whoppers en la misma comida puede contribuir claramente a un exceso de kilocalorías.

Aunque tienen relativamente menos calorías que el Whopper de Burger King, el Quick’s Giant, el Big Mac y la pizza deben vigilarse de cerca, ya que su aporte calórico es muy bajo debido a su excesivo contenido en grasa.

Colesterol

Les oeufs sont riches en cholestérol

El colesterol es una molécula lipídica de la familia de los esteroles que sintetizan todas las células animales, ya que es un componente estructural esencial de la membrana plasmática. El colesterol es necesario para mantener la integridad y fluidez de la membrana celular. Además de esta función, el colesterol sirve de precursor en la biosíntesis de las hormonas esteroideas. El colesterol también interviene en la síntesis de la vitamina D. El hígado también produce colesterol en el organismo. De hecho, es un subproducto del metabolismo normal del cuerpo.

Existen dos tipos principales de colesterol: el colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL). El primero tiene un efecto beneficioso para el organismo, ya que ayuda a eliminar los depósitos de grasa que se forman en las arterias. El HDL elimina el colesterol malo de las células y del torrente sanguíneo y lo lleva al hígado, donde se descompone. El HDL puede ser el origen de muchos problemas. Cuando está en exceso, el colesterol malo crea depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos y reduce el diámetro de las arterias. El resultado es la arteriosclerosis, que impide el flujo de sangre por el cuerpo. Para compensar, el corazón tiene que trabajar más. Con el tiempo, este exceso de colesterol puede provocar enfermedades cardiovasculares y coronarias, como hipertensión arterial e infartos. El colesterol malo también puede provocar derrames cerebrales.

La clasificación

  1. En la parte superior de la tabla, en términos de colesterol, están el Whopper de Burger King y el Big Mac de McDonald’s, cada uno con 85 mg (28% IDR).
  2. Les siguen el Kebab y la pizza, con 84 mg (28% CDR) y 21 mg (7% CDR) de colesterol , respectivamente.
  3. Por desgracia, esta información no se conoce ni se comparte en el caso de Quick’s Giant.

En resumen

Con 85 mg de colesterol, la Whopper y la Big Mac de Burger King deben vigilarse de cerca. El consumo excesivo de estas dos hamburguesas puede llevar fácilmente a superar la ingesta diaria recomendada. Así que ten cuidado de no comer más de una a la vez.

Grasas

Fromages et graisses saturées

Contrariamente a la creencia popular, las grasas no son del todo malas. Las grasas son esenciales para la salud. En el organismo, las grasas forman parte de la membrana celular y se utilizan para almacenar energía. Además, son los principales componentes del sistema nervioso, incluido el cerebro. Sin embargo, existe una diferencia entre las grasas saturadas y las insaturadas.

Las grasas saturadas suelen ser sólidas a temperatura ambiente. La mayoría proceden de fuentes animales como la ternera, las aves de corral, la leche entera, el queso y la mantequilla, pero muchas proceden de fuentes vegetales como el aceite de coco, el aceite de palma y el aceite de palmiste. Las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol «malo». Se asocian a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La Asociación Americana del Corazón recomienda limitar su consumo al 7% de la ingesta total de grasas.

Las grasas insaturadas proceden principalmente de alimentos de origen vegetal, como los frutos secos y las semillas. Son líquidas a temperatura ambiente. Algunos ejemplos son el aceite de oliva, el aceite de cacahuete, el aceite de cártamo, el aceite de girasol, el aceite de soja y el aceite de maíz. A diferencia de las grasas saturadas, las insaturadas no aumentan el nivel de colesterol malo en sangre. Las grasas insaturadas son monoinsaturadas, poliinsaturadas o una combinación de ambas. Las grasas monoinsaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre y pueden contribuir a aumentar los niveles de colesterol «bueno». Los ácidos grasos poliinsaturados, como el omega-3, se consideran cardiosaludables. Por tanto, su consumo debe privilegiarse frente a otros tipos de grasas.

Los ácidos grasos trans son, en su mayoría, grasas artificiales producidas por la hidrogenación de grasas vegetales. Este proceso ayuda a espesar estas grasas, mejorando su textura y la vida útil de los alimentos en los que se utilizan. Estudios recientes han demostrado que este tipo de grasa es muy perjudicial para la salud. Los ácidos grasos trans contribuyen a aumentar considerablemente los niveles de colesterol malo en sangre. La ingesta diaria recomendada de grasas es de 65 g al día. El consumo excesivo de grasas es una de las principales causas de la obesidad y de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y los infartos.

La clasificación

  1. Con 38 g de grasa, es decir, el 58% de la ingesta diaria, la Whopper de Burger King encabeza la tabla de grasas. Contiene 11 g de ácidos grasos saturados y 1,5 g de ácidos grasos trans.
  2. La Quick’s Giant ocupa el segundo lugar, con 37,4 g de grasa (57% de la CDR), incluidos 11,9 g de ácidos grasos saturados.
  3. El Big Mac de McDonald’s ocupa el tercer lugar con 27 g de grasa (42% de la CDR), incluidos 10 g de ácidos grasos saturados y 1 g de ácidos grasos trans.
  4. La pizza ocupa el cuarto lugar con 12 ,14 g de grasa (19% de la IDR), incluidos 4,8 g de ácidos grasos saturados, 1,2 g de ácidos grasos poliinsaturados y 5,3 g de ácidos grasos monoinsaturados.
  5. El kebab ocupa el último lugar con 10,49 g de grasa (16% de la CDR), incluidos 3 g de ácidos grasos saturados, 1,9 g de ácidos grasos poliinsaturados y 4 g de ácidos grasos monoinsaturados.

En pocas palabras

Con un 29% de grasas saturadas y un 4% de ácidos grasos trans , el Whopper de Burger King es la peor alternativa grasa de la clasificación.

El kebab ocupa el último lugar con casi 4 veces menos grasa. Como recordatorio, se trata de una media para los kebabs, ya que es probable que cada restaurante tenga una receta ligeramente diferente.

Azúcares

Farine de blé, sucres complexes

Todos los compuestos cuya digestión da lugar a la producción de glucosa se clasifican como azúcares. El almidón y la sacarosa son azúcares. La ingesta diaria recomendada de azúcar es de 130 g al día, y los hidratos de carbono deben constituir entre el 45% y el 65% de las calorías totales. Como recordatorio, 1 g de carbohidrato proporciona 4 kilocalorías de energía. Los hidratos de carbono son el principal combustible del cerebro y los músculos esqueléticos. Evitan que las proteínas se utilicen con fines energéticos. Los hidratos de carbono se clasifican en azúcares simples o azúcares rápidos y azúcares complejos o azúcares lentos. La diferencia entre estas dos formas radica en su estructura y en la velocidad con la que son digeridos y absorbidos por el organismo.

En general, los azúcares simples se digieren y absorben más rápidamente que los azúcares complejos. Los azúcares simples están formados por una o dos moléculas de glucosa. Esta categoría incluye hidratos de carbono como el azúcar de mesa, la lactosa y la maltosa. Los azúcares complejos están formados por varias docenas o incluso cientos de moléculas de glucosa. Se encuentran en el almidón, la harina de trigo y las féculas. Los azúcares simples contribuyen a un aumento repentino de los niveles de azúcar en sangre, a diferencia de los azúcares complejos, que se metabolizan más lentamente. El organismo puede almacenar hasta 2.000 kilocalorías de hidratos de carbono en el hígado y los músculos rojos. A partir de ahí, el exceso se almacena en forma de grasa. Por tanto, el consumo excesivo de azúcar tiene los mismos efectos que el consumo excesivo de grasa, es decir, aumento de peso, obesidad y desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

La clasificación

  1. En términos de hidratos de carbono, los kebabs encabezan la tabla con 79,14 g de hidratos de carbono, es decir, el 26% de la cantidad diaria recomendada. Los azúcares rápidos representan el 8,5% del total y la fibra alimentaria el 5,5%.
  2. El segundo puesto fue para el Whopper de Burger King, con 49 gramos de hidratos de carbono, o el 16% de la cantidad diaria recomendada. Los azúcares rápidos representaron el 22% y la fibra dietética el 4%.
  3. El Big Mac de McDonald’ s ocupa el tercer lugar con 47 g de carbohidratos, o el 16% de la cantidad diaria recomendada. Los azúcares rápidos representan el 19% y la fibra alimentaria el 6,3%.
  4. En cuarto lugar está la pizza, con 27,68 g de hidratos de carbono, es decir, el 9% de la cantidad diaria recomendada. Contiene un 6,4% de azúcares rápidos y un 5% de fibra alimentaria.
  5. El último puesto es para Quick’s Giant, con 24,5 g de carbohidratos, o el 7,9% de la cantidad diaria recomendada. Sin embargo, los azúcares rápidos representan el 19,6%.

Resumiendo

Puede que el kebab contenga más hidratos de carbono, pero la mayoría de ellos son azúcares lentos, lo que convierte a la Whopper de Burger King, con un 22% de azúcares rápidos, en la opción menos virtuosa. Una hamburguesa que suele encabezar la clasificación de las más malas.

Proteínas

Viande, un aliment riche en protéines

Las proteínas son muy importantes en la dieta, ya que desempeñan un papel fundamental en la formación de nuevas células y en la lucha contra el envejecimiento. Son los componentes básicos del organismo. Las proteínas están formadas por unidades denominadas aminoácidos.

Se distingue entre aminoácidos esenciales (fenilalanina, valina, treonina, triptófano, metionina, leucina, isoleucina, lisina e histidina), aminoácidos no esenciales (alanina, ácido aspártico, asparagina, ácido glutámico y serina) y aminoácidos condicionalmente esenciales (arginina, cisteína, glicina, glutamina, prolina y tirosina).

Los primeros no pueden ser producidos por el cuerpo humano y deben ser aportados por la dieta. La segunda categoría puede ser producida por el organismo, mientras que la última agrupa aminoácidos que sólo son producidos por el organismo en determinadas condiciones. Todos los aminoácidos deben incluirse en la dieta.

La ingesta diaria recomendada de proteínas y aminoácidos es de 50 gramos al día. Sin embargo, hay que tener cuidado de no superar la cantidad diaria recomendada, ya que algunos estudios indican que el consumo excesivo de proteínas conduce a la producción de metabolitos perjudiciales para los riñones. A largo plazo, esto podría provocar una sobrecarga renal y, más adelante, un deterioro de la función renal.

La clasificación

  1. Entre las comidas rápidas (pizza, hamburguesa, kebab), el plato con mayor contenido en proteínas es sin duda el kebab, con 38,19 g de proteínas, es decir, el 76,4% de la cantidad diaria recomendada para una persona con una actividad física media.
  2. La Whopper de Burger King ocupa el segundo lugar , con 26 g de proteínas, es decir, el 52% de la cantidad diaria recomendada.
  3. En tercer lugar se sitúa el Quick’s Giant, con 25 gramos de proteínas, es decir, el 50% de la cantidad diaria recomendada.
  4. En cuarto lugar está el Big Mac de McDonald’s, con 24 gramos de proteínas, es decir, el 48% de la cantidad diaria recomendada.
  5. En último lugar se sitúa la pizza, con 10,64 gramos de proteínas, es decir, el 21,28% de la cantidad diaria recomendada.

En resumen

En términos puramente proteicos, el kebab es la peor alternativa, mientras que la pizza es la mejor. En términos de proteínas, las 3 famosas hamburguesas ocupan la mitad de la tabla con cantidades casi idénticas.

Tamaño y peso

Pain au son

El tamaño y el peso de la comida rápida desempeñan un papel muy importante, sobre todo cuando se consumen varias al mismo tiempo. Los fabricantes no dudan en utilizar el tamaño de sus hamburguesas como argumento de venta. Se realizan campañas de marketing para animar a los clientes a comer porciones cada vez más grandes. Una de las principales causas de la obesidad es el consumo de grandes cantidades de comida. Las personas acostumbradas a comer grandes porciones de comida rápida comerán más cada día. La diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares son algunas de las consecuencias de comer grandes porciones de comida rápida.

Otro criterio al que hay que prestar atención es el valor energético de cada alimento. Éste se calcula dividiendo el número de calorías de cada alimento por su peso. Los alimentos hipercalóricos tienen el inconveniente de aportar grandes cantidades de calorías sin garantizar la saciedad. Desaconsejamos encarecidamente este tipo de alimentos. En su lugar, los nutricionistas recomiendan consumir alimentos bajos en calorías, como el pan de salvado y los alimentos que contienen altos niveles de fibra dietética. Estos alimentos sacian el organismo aportando muy pocas calorías.

La clasificación

  1. En mi estudio comparativo de comida rápida (pizza, hamburguesa, kebab), el kebab de 390g encabezaba la tabla.
  2. Le sigue el Whopper de Burger King, con 260 g.
  3. En tercer lugar está el Big Mac de McDonald’s, con 211 g.
  4. Quick’s Giant ocupa elcuarto lugar , con 172 g.
  5. Lapizza ocupa el último lugar, con 88 g por porción individual.

En resumen

En términos de valor calórico, hay 311 kilocalorías por 100 gramos de Gigante, 251 kilocalorías por 100 gramos de Big Mac, 242 calorías por 100 gramos de Whopper y 147 calorías por 100 gramos de kebab.

Comer Quick’s Giant hasta hartarse es una muy mala idea, ya que el valor calórico de este alimento está por las nubes, por lo que los kebabs son la mejor alternativa para las personas que quieren sustituir una comida del día por comida rápida.

Las payasadas de las cadenas de comida rápida

Pizza, trop gras ou pas

La producción de estos platos ha alcanzado una fase industrial y las cadenas de comida rápida (pizza, hamburguesa, kebab) buscan constantemente técnicas de producción más baratas. La pizza original, por ejemplo, es una especialidad gourmet elaborada con ingredientes de alta calidad, como la mozzarella, un queso italiano en hebras. Desde la aparición de la pizza como comida rápida, los fabricantes se han superado a sí mismos en su inventiva para producir las pizzas más económicas y competitivas. Ingredientes caros como el queso han sido sustitu idos por sucedáneos que imitan el sabor sin las cualidades nutritivas. Las pizzas de muchas marcas no contienen ni un gramo de queso, sino una mezcla a base de aceite de coco y aromas artificiales. El puré de tomate, considerado demasiado caro, se sustituye por pasta de tomate, menos nutritiva pero más económica.

Las pizzas de producción masiva de las cadenas de comida rápida tienen fama de ser desequilibradas desde el punto de vista nutricional. Contienen altas proporciones de sal, grasa y calorías. Para dar a sus productos un sabor más interesante, las cadenas de comida rápida no dudan en hacer un amplio uso de aditivos alimentarios baratos que son potencialmente perjudiciales para la salud. La lista de aditivos que contiene un Big Mac habla por sí sola: propionato cálcico y sódico, goma guar, fosfato monocálcico, monoglicéridos etoxilados, monoglicéridos y diglicéridos, azodicarbonamida, estearoil lactilato sódico, cloruro amónico, sulfato amónico, sulfato cálcico… Los ácidos grasos trans son sólo otro ejemplo desafortunado. Gran parte de la estrategia de las cadenas de comida rápida es crear dependencia entre los consumidores, de ahí la atención prestada al sabor de los menús. La higiene también puede ser un problema.

En Francia, un estudio realizado en 2007 por la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF) reveló que el 61,5% de los restaurantes orientales que servían kebabs no cumplían las normas de higiene. Varias cadenas de comida rápida (pizzas, hamburguesas, kebabs) han sido acusadas de utilizar ingredientes no conformes, como carne contaminada o carne de caballo. En 2014, Burger King y Taco Bell reconocieron la presencia de carne de caballo en algunos de sus menús tras negarlo durante varios años.

En 2015, KFC y McDonald’s fueron condenados en China por utilizar carne contaminada. También se difundió un vídeo en el que se veía a empleados manipulando carne en el suelo. La cadena de comida rápida Subway fue condenada porque sus empleados servían carne, bebidas y verduras contaminadas. La cadena de comida rápida había cambiado incluso las fechas de caducidad para engañar a los inspectores. En 2015, una mujer japonesa resultó herida por trozos de plástico en una bebida que había comprado en un restaurante McDonald’s. El 22 de enero de 2011, Baron François Vaxelaire, un chico de 14 años, murió tras comer dos hamburguesas en un restaurante Quick de Aviñón. La autopsia reveló que las hamburguesas fueron la causa de la muerte, ya que estaban contaminadas con estafilococos.

Peligros asociados a la comida rápida (pizza, hamburguesas, kebabs)

La comida rápida (pizza, hamburguesas, kebabs) es una forma rápida de satisfacer los antojos. Comerlas ocasionalmente no supone mayor problema, pero consumirlas con regularidad puede acarrear graves riesgos para la salud, debido a su escaso valor nutricional y a sus altos niveles de grasa, calorías y sodio. La comida rápida típica suele tener un alto contenido en grasas y calorías. Las personas engordan cuando consumen más calorías de las que queman. Un estudio publicado en la revista The Lancet en 2004 concluyó que comer en establecimientos de comida rápida más de dos veces por semana conducía a un mayor aumento de peso que las visitas episódicas. Un estudio realizado en 2009 por investigadores de la Universidad de California en Berkeley descubrió que las personas que vivían cerca de un restaurante de comida rápida tenían un 5,2% más de probabilidades de ser obesas. El estudio de 2004 también reveló que comer comida rápida con regularidad duplicaba las posibilidades de desarrollar resistencia a la insulina en los tejidos, un hecho que aumenta seriamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. El número de diabéticos en el mundo pasó de 153 millones en 1980 a 350 millones en 2011.

Una alta densidad de cadenas de comida rápida se correlaciona positivamente con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Un estudio publicado en 2005 en el Canadian Journal of Public Health y realizado por investigadores del Ontario Institute of Clinical and Evaluative Sciences reveló que las regiones con una alta densidad de cadenas de comida rápida tenían 2,62 veces más ingresos hospitalarios por enfermedad coronaria. Estos resultados fueron confirmados en 2010 por un estudio de la Universidad de Australia Meridional. Este estudio, publicado en elEuropean Journal of Epidemiology , reveló que cuando la densidad de comida rápida (pizza, hamburguesa, kebab) aumentaba un 10%, el número de casos de enfermedades cardiovasculares se multiplicaba por 1,39. Aparte de las muertes por enfermedades cardiovasculares, la comida rápida está asociada a un aumento de la tasa de mortalidad general. Un estudio realizado en 2005 por investigadores canadienses reveló que las regiones con una alta densidad de restaurantes de comida rápida presentaban una tasa de mortalidad general 2,52 veces superior a la de otras regiones.

Los estudios también han establecido una relación entre el consumo excesivo de comida rápida y el cáncer colorrectal. El peligro se agrava por las enormes cantidades de refrescos que se añaden sistemáticamente a los menús de comida rápida. Varios estudios han demostrado el peligro que suponen para la salud estas bebidas azucaradas y gaseosas. Los fabricantes de estas bebidas hacen todo lo posible para que se incluyan en los menús de la comida rápida, mediante campañas publicitarias muy costosas. El desequilibrio nutricional de estas comidas rápidas, combinado con el alto contenido calórico de estas bebidas, tiene el efecto de una bomba en el organismo.

Precauciones con la comida rápida

Trop de hamburger, risque pour la santé

El consumo de comida basura debe ser estrictamente ocasional. Hay que comer sólo una unidad y rechazar los refrescos que acompañan a los menús. Comer comida rápida para desayunar, comer y cenar está fuera de lugar si quieres mantenerte sano La comida rápida sólo es un peligro real en condiciones muy específicas. Cuando se combina con una dieta equilibrada y un estilo de vida sano, la comida rápida no supone un peligro importante. Lo que es problemático es la acumulación de calorías y grasa sin ejercicio físico.

Los nutricionistas recomiendan comer fruta y verdura todos los días y hacer ejercicio físico al menos una vez a la semana. Una persona físicamente activa puede comer comida rápida sin mayor peligro, ya que las kilocalorías ingeridas se quemarán inmediatamente a lo largo del día. Este no es el caso de alguien que pasa la mayor parte del tiempo sentado en una oficina. Se puede llegar a ser obeso y desarrollar enfermedades cardiovasculares comiendo sólo alimentos supuestamente sanos.

Todo depende de su estilo de vida. Las kilocalorías y los nutrientes deben ajustarse a las necesidades del organismo. Cualquier exceso, proceda o no de la comida rápida, tendrá consecuencias perjudiciales para la salud. Es cierto que el meteórico aumento de la obesidad se debe en parte a la proliferación de establecimientos de comida rápida, pero éstos no pueden asumir por sí solos la culpa. Hay que fijarse en la composición de los alimentos que ingerimos, leyendo atentamente las etiquetas. Evita comer demasiada grasa, sal o azúcar. Hay que practicar regularmente algún deporte o actividad que ayude a quemar las calorías sobrantes.

La comida rápida dista mucho de ser una alternativa saludable. Son famosos por su desequilibrio nutricional y por los muchos abusos a los que se entregan sus productores para obtener beneficios. Esta comparación deja claro que su consumo debe limitarse al mínimo estricto, si no evitarse por completo. Junto con la inactividad física, son una de las principales causas de la epidemia de obesidad que afecta a las sociedades occidentales.

Unas palabras a modo de conclusión

Si repasamos pacientemente las características nutricionales de la pizza, el kebab, el Big Mac de McDonald’s, el Whopper de Burger King y el Gigante de Quick’s, nos damos cuenta rápidamente de que estos alimentos no pueden incluirse todos en la misma categoría.

La Whopper tiene un alto contenido en kilocalorías, grasa y colesterol. También ocupa el segundo lugar en hidratos de carbono y peso. También tiene uno de los niveles más altos de grasas saturadas y trans. Es, por tanto, la peor de las cinco comidas rápidas. Sin embargo, el consumo regular de cualquiera de las otras cuatro comidas rápidas mencionadas también sería un error y un peligro para su salud.

Un rápido resumen en vídeo:

Fuentes