[Artículo actualizado el 19/09/2023]
La hiperfagia, también conocida como polifagia, es un trastorno alimentario grave. Se caracteriza por un consumo excesivo de alimentos. Las personas que padecen este trastorno comen más de lo necesario para satisfacer las necesidades energéticas de su organismo. Este consumo excesivo de alimentos puede ocupar gran parte del tiempo del individuo, lo que provoca interrupciones en las actividades cotidianas.
Las personas con trastorno por atracón comen más rápido de lo normal y sólo paran cuando se sienten físicamente incómodas. Si no se trata, puede provocar problemas como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, derrames cerebrales y demencia.
¿Qué son los atracones?
La hiperfagia es un aumento del apetito que lleva a consumir más alimentos de lo habitual. Este fenómeno puede ser temporal o permanente y a veces puede ser obsesivo. Un impulso incontrolado de consumir grandes cantidades de alimentos durante las comidas o fuera de ellas puede indicar un trastorno alimentario importante (comer en exceso, bulimia nerviosa y síndrome de alimentación nocturna).
Este trastorno no suele aparecer en la primera infancia. Al igual que otros comportamientos obsesivos, la hiperfagia aparece al final de los años preescolares. La hiperfagia puede ser el resultado de comer en exceso, un trastorno alimentario que lleva a consumir grandes cantidades de comida en el menor tiempo posible.
Las personas que padecen hiperfagia no suelen consumir un alimento en particular, con preferencia por los dulces, los aperitivos, los fritos y la fruta, entre otros. Esta afección es devastadora para la salud del paciente.
Los episodios de polifagia pueden ocurrir durante el embarazo, pero esta forma suele ser culturalmente aceptada y esperada, aunque no es realmente saludable ni para la madre ni para el niño. Junto con la polidipsia (aumento de la sed) y la poliuria (micción excesiva y frecuente), los atracones son uno de los tres síntomas principales de la diabetes.
El signo más notable de la hiperfagia es la obesidad, una afección a veces asociada a numerosos problemas de salud, como la diabetes y los problemas cardíacos. El diagnóstico consiste en buscar el desencadenante. El tratamiento pretende controlar o eliminar la causa de los atracones. La rehabilitación alimentaria es esencial para controlar este trastorno. El uso de ciertos medicamentos también puede ser útil, así como el asesoramiento psicológico.
¿Cuáles son las causas de los atracones?
La hiperfagia no es en sí misma una enfermedad. Es un síntoma de otras enfermedades. Varias disfunciones pueden conducir a la hiperfagia.
Trastornos psicológicos y psiquiátricos
La enfermedad mental es la principal causa de hiperfagia. Este trastorno puede acompañar a ciertas enfermedades del sistema nervioso central, como :
- gangliocitoma
- astrocitoma
- bulimia,
- síndrome de Kleine-Levin
- síndrome de Frohlich
- enfermedad de Parkinson
- trastornos de ansiedad
- depresión
- y esquizofrenia.
Medicamentos
El uso de ciertos medicamentos también puede causar esta afección. Entre ellos se incluyen los corticosteroides, los antidepresivos y los neurolépticos.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo, una de las principales causas físicas de los atracones, es una afección en la que la glándula tiroides produce niveles excesivamente altos de hormonas. Estas hormonas son las principales responsables del metabolismo, un proceso químico que convierte las calorías de los alimentos en energía utilizable para las necesidades del organismo.
Una persona cuya tiroides produce una gran cantidad de hormonas puede sentir mucha más hambre de lo normal, ya que su cuerpo piensa que necesita más alimentos para producir energía. Otros síntomas son sudoración excesiva, pérdida de peso, nerviosismo, caída del cabello y dificultad para dormir.
Hipoglucemia
Otra posible causa física de la hiperfagia es la hipoglucemia, una afección médica que provoca una cantidad inusualmente baja de azúcar en el torrente sanguíneo. El cuerpo obtiene la mayor parte de su energía del azúcar en la sangre.
Tener menos azúcar en la sangre de lo normal puede provocar un deseo de comer más. La hipoglucemia puede deberse a enfermedades renales, alcoholismo, tumores pancreáticos, diabetes o hambre.
Trastornos del sueño
La falta de sueño es otro factor de riesgo de sobrepeso y obesidad. El sueño afecta a los niveles de dos hormonas, la leptina y la grelina, que controlan la sensación de hambre y saciedad. La leptina indica al cerebro que se ha comido lo suficiente.
Sin dormir lo suficiente, el cerebro reduce la cantidad de leptina y aumenta los niveles de grelina, que es un estimulante del apetito. El flujo de estas hormonas podría explicar el picoteo nocturno o por qué algunas personas pueden comer en exceso a altas horas de la noche.
Estrés
Cuando estás estresado, tu cuerpo produce grandes cantidades de cortisol. El cortisol puede inducir el hambre. En algunos casos, comer puede ser una respuesta emocional al estrés. Cuando está estresado, puede empezar a comer para intentar superar las emociones negativas.
Puede hacerlo consciente o inconscientemente. El estrés también puede producir síntomas físicos, como falta de energía, dolores inexplicables, insomnio, resfriados frecuentes y molestias estomacales.
Comer en exceso
Si comes en exceso alimentos que contienen azúcares y grasas poco saludables, puedes volver a sentir hambre muy poco después de la última comida. De hecho, alimentos como el pan blanco y la comida basura carecen de nutrientes saciantes como la fibra y las proteínas.
Síndrome premenstrual
Los cambios hormonales asociados al ciclo menstrual de la mujer pueden desencadenar intensos antojos justo antes del periodo. Los picos de estrógeno y progesterona y la disminución de la serotonina pueden provocar antojos intensos de hidratos de carbono y grasas.
Otros síntomas del síndrome premenstrual son irritabilidad y cambios de humor, hinchazón, gases, fatiga y diarrea.
Diabetes
Aunque son muchas las causas de la polifagia, existe una estrecha relación entre ésta y la diabetes. La diabetes afecta a la capacidad del organismo para utilizar la glucosa y regular los niveles de azúcar en sangre.
El azúcar en la sangre es necesario para que las células del cuerpo realicen su trabajo. Cuando los niveles de azúcar en sangre son bajos, las personas pueden sentir hambre. Como la glucosa no se utiliza correctamente en las personas con diabetes, pueden seguir sintiendo hambre incluso después de comer.
Para combatir la polifagia en las personas con diabetes, los pacientes pueden pedir ayuda a su médico y dietista. Para evitar el riesgo de comer en exceso y ganar peso, el dietista puede prescribir planes dietéticos que reduzcan las calorías y equilibren las comidas para garantizar una buena nutrición.
Básicamente, un paciente diabético con polifagia comerá muchas comidas pequeñas a lo largo del día. Esto ayudará a reducir los síntomas de la polifagia y a prevenir las recurrencias.
El uso de insulina también puede ayudar a combatir la polifagia. Esto, por supuesto, debe hacerse bajo la atenta mirada de un médico. Como cada caso de diabetes es diferente, el uso de insulina dependerá del criterio del médico.
Síndrome de Prader-Willi
El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético poco frecuente que provoca una serie de problemas físicos, mentales y de comportamiento. Una característica clave del síndrome de Prader-Willi es la sensación constante de hambre, que suele comenzar alrededor de los 2 años.
Este hambre constante lleva al paciente a comer muy a menudo y a consumir grandes porciones. Pueden desarrollarse comportamientos inusuales de búsqueda de comida, como acaparar alimentos o comer comida congelada o incluso basura.
Las personas con síndrome de Prader-Willi quieren comer constantemente porque nunca se sienten saciadas (hiperfagia) y suelen tener dificultades para controlar su peso. Muchas complicaciones del síndrome de Prader-Willi se deben a la obesidad.
Síntomas de los atracones
La hiperfagia es un síndrome caracterizado por el consumo de mayores cantidades de alimentos sólidos. El paciente suele consumir comidas muy copiosas y come entre horas. Beben grandes cantidades de líquidos, sobre todo los que contienen muchos hidratos de carbono (bebidas gaseosas, zumos, té o café con mucho azúcar).
Las personas con polifagia tienden a darse atracones, a veces incluso por la noche. Pueden picar continuamente a lo largo del día. Sin embargo, a diferencia de la bulimia, los pacientes no se autoinducen el vómito.
Hambre excesiva
El principal síntoma de la polifagia es el hambre excesiva, que no desaparece simplemente comiendo más alimentos o comiendo con más regularidad de lo normal. Si le preocupa un aumento repentino del apetito, debe consultar a su médico. Él le examinará para ver si su apetito es síntoma de otra enfermedad.
Poliuria
La poliuria se produce cuando se elimina un exceso de glucosa por la orina. Los riñones ya no son capaces de retener la glucosa que filtran. La sensación de sed, a veces casi constante, se debe a la pérdida de líquido por la micción frecuente y abundante. El apetito exagerado se debe a la falta de energía que afecta a los tejidos, incapaces de obtener las cantidades de glucosa que necesitan.
Diabetes mellitus de tipo 1
En la diabetes mellitus de tipo 1, los síntomas de la polifagia suelen aparecer de forma más o menos repentina y suelen ser muy intensos. Como consecuencia, las personas afectadas por este tipo de diabetes tienden a adelgazar mucho a menos que reciban el tratamiento adecuado. También pueden experimentar un estado típico de debilidad.
Diabetes mellitus de tipo 2
En la diabetes mellitus de tipo 2, los síntomas de hiperfagia aparecen gradualmente. Pueden ser difíciles de diagnosticar, sobre todo en personas obesas.
Tratamiento de los atracones
Los atracones son más un síntoma que un trastorno en sí mismo. Por lo tanto, el tratamiento consiste en tratar el trastorno subyacente. Así pues, el tratamiento de la polifagia varía en función de la causa.
Medicación
Para algunas personas, el hambre o la sed excesivas son el primer indicio de un trastorno fisiológico subyacente, por lo que los médicos pueden realizar análisis de sangre y de otro tipo para descartar posibles problemas de salud.
Algunos pacientes pueden necesitar tratamiento hospitalario o atención médica si la bulimia ha causado problemas de salud.
Psicoterapia
Si un médico es incapaz de localizar la causa física subyacente, puede derivar al paciente a un especialista en salud mental. El tratamiento de los atracones tiene como objetivo estabilizar al paciente, combatir los factores de estrés que contribuyen a la bulimia y trabajar su imagen corporal.
Cuando los atracones se producen como consecuencia de la depresión, la ansiedad u otros trastornos mentales, los psicoterapeutas se centran en tratar los factores subyacentes que causan los atracones más que el síntoma en sí.
La psicoterapia es el tratamiento de elección para la polifagia. Uno de los enfoques utilizados es la concienciación del paciente. Dado que muchas de las acciones subyacentes a la enfermedad son inconscientes, el paciente puede tomar conciencia de sus propias dificultades e intentar eliminarlas.
El médico también puede ayudar al paciente a superar su ansiedad, ya que a menudo hay un sentimiento incontrolable de ansiedad en la raíz del problema. La psicoterapia ayuda así al paciente a superar las situaciones que le crean tensión.
Otro enfoque consiste en restablecer la confianza mediante la terapia cognitivo-conductual. El individuo recupera la confianza en sí mismo. Aprende a relacionarse mejor con los demás y a aliviar las tensiones de su entorno. De este modo, pueden deshacerse de los hábitos alimentarios obsesivos.
La terapia cognitivo-conductual también puede ayudar a los pacientes a deshacerse de los sentimientos de vergüenza que acompañan a este trastorno. Al ser más conscientes de sus propias dificultades, pueden recuperar la confianza en sí mismos.
Alimentación sana
Una dieta sana y un programa de ejercicio también pueden ayudar. Esto puede controlar el hambre, pero también puede ser beneficioso para las afecciones subyacentes.