[Artículo actualizado el 19/09/2023]
Cada segundo se consumen en Francia 30 kilos de yogur, es decir, casi un millón de toneladas al año.
Pero, ¿es el yogur un producto sano o hay que desconfiar de él?
¿Qué es exactamente el yogur?
Según la normativa francesa, el yogur es el producto de la leche fermentada por dos tipos específicos de bacterias.
Una bacteria más y el postre ya no tiene derecho al nombre, ¡al menos en Francia!
Y existen diferentes tipos de yogures: firmes, batidos, enteros, desnatados, naturales, de frutas, azucarados, griegos, bebibles, de leche de vaca, oveja o cabra, etc…
Los yogures de frutas, azucarados o aromatizados, ¿cumplen la normativa?
En efecto, existe un decreto que autoriza a los productores a añadir azúcar, cereales o fruta.
Y si el 70% del postre ofrecido es yogur, la denominación sigue siendo aceptada.
A partir de ahí, el yogur pasa a ser un «postre lácteo» o una «especialidad láctea».
¿Es bueno el yogur para la salud o no?
No cabe duda de que el yogur tiene una serie de cualidades:
- La más evidente es su contenido en calcio, esencial para el crecimiento de los niños y el fortalecimiento de sus huesos.
- También aporta una cantidad importante de proteínas, que el organismo absorbe mejor al estar predigeridas por fermentos lácticos.
- El yogur también es excelente para la flora intestinal.
- También es un aliado esencial en las dietas, gracias a sus proteínas, que ayudan a sentirse saciado.
Entonces, ¿todo el yogur que quieras?
A pesar de todos sus beneficios, el yogur debe consumirse con moderación…
En 2013, el Programa Nacional de Nutrición y Salud (PNNS) lanzó la recomendación de consumir tres lácteos al día.
Pero en marzo de 2017, los expertos del Consejo Superior de Salud Pública de Francia recomendaron bajar el consumo de lácteos a dos al día para los adultos, sobre todo porque los estudios han puesto de relieve una relación entre el consumo excesivo de lácteos y el cáncer de próstata.
También hay sustancias ocultas en los yogures:
En cuanto a los yogures naturales, no hay problema. La única diferencia de calidad entre las distintas marcas es el origen de la leche.
En realidad, lo que preocupa es el 30% que se añade a los yogures, los «otros productos alimenticios que confieren un sabor específico».
De hecho, existe una laguna legal de la que se han aprovechado los fabricantes, ya que mientras que todos los aditivos están prohibidos en los yogures propiamente dichos, la situación sigue sin estar clara cuando se trata de preparados añadidos.
De hecho, 60 millions de consommateurs(https://www.60millions-mag.com/2018/04/12/ces-aliments-qui-nous-empoisonnent-11717) afirma haber encontrado aditivos en muchos yogures de frutas, entre ellos
- colorantes
- espesantes
- reguladores de la acidez
- y conservantes.
Cuando en un yogur se encuentran hasta 12 aditivos (se reconocen porque empiezan por la letra «E» seguida de un número), se sobreexcitan las papilas gustativas, se crea adicción y, además, se ha establecido una relación entre el consumo de una dieta rica en aditivos y el riesgo de cáncer.
Mi consejo
Limítate a consumir yogures naturales o comprueba que no contengan ingredientes artificiales y, para ello, ¡lee las etiquetas!
No seas un consumidor pasivo.
En resumen:
- El yogur se elabora a partir de leche y fermentos lácticos específicos.
- El yogur aporta calcio y proteínas y es ideal para el tránsito intestinal.
- Un «postre lácteo» o una «especialidad láctea» no es un yogur.
- Cuidado con todo tipo de aditivos: ¡lee las etiquetas!
- Consumo recomendado para adultos: 2 productos lácteos al día.