Alternativas saludables a los refrescos

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

¿Sabía que, según el INSEE, en Francia se consumen más de 50 litros de bebidas azucaradas por persona y año? Algunas familias incluso consumen más refrescos que agua, ¡con eso te lo digo todo!

¿Qué es un «refresco» y es realmente tan dulce?

Un refresco es una bebida azucarada, normalmente carbonatada.

Es una combinación de agua, dióxido de carbono, azúcar, edulcorante y aroma natural o artificial. También puedes encontrar cafeína en algunas de estas bebidas, así como caramelo y conservantes derivados del alquitrán (sí, ¡has leído bien!).

En definitiva, se trata de una bebida estimulante que no te aportará ningún nutriente.

Además, la composición de los refrescos de cola, por ejemplo, se basa principalmente en ácidos, que pueden ser peligrosos: basta con ver algunos de los usos más insólitos de la bebida de cola centenaria más famosa del mundo, como su uso recomendado para limpiar los inodoros, que demuestra lo corrosivo que puede llegar a ser este producto.

Y para responder a la pregunta «¿es realmente dulce?

Pues bien, una lata de refresco de cola de 33 cl contiene el equivalente a 7 terrones de azúcar, ¡y eso es mucho!

Y no olvidemos que el consumo regular y excesivo de refrescos es una de las principales causas de aumento de peso y diabetes. Y eso no es todo: beber un refresco favorece la deshidratación, los problemas renales, los problemas hepáticos y la obesidad.

Y cuando sabes eso, realmente quieres poder optar por otras alternativas.

¿Cuáles son las alternativas?

Pues te propongo el enfriador de agua con gas.

Se trata de un aparato que carbonata tu agua habitual en pocos segundos, e incluso puedes añadir aromatizantes concentrados para hacer refrescos caseros (como Sodastream) que son 3 veces menos dulces que los que compras en los supermercados.

La ventaja es que tú controlas la cantidad de azúcar que añades, así que sabes lo que estás poniendo en tu bebida.

Así que es una solución económica, ecológica y saludable.

Te lo explico todo en vídeo:

¿Y no es el refresco light una solución más saludable después de todo?

Las personas que quieren evitar los refrescos y otras bebidas azucaradas suelen recurrir a los refrescos light, que contienen azúcares artificiales (edulcorantes). Pero estos productos dietéticos, que siguen representando casi una cuarta parte de las ventas de bebidas azucaradas en todo el mundo, distan mucho de ser beneficiosos para nuestra salud.

Supuestamente bajos en azúcar, estos refrescos no ayudan en nada a perder peso. Y aunque estas bebidas no tienen calorías, los estudios sugieren que su consumo está relacionado con el desarrollo de sobrepeso y obesidad y aumenta el riesgo de diabetes, así que no soy muy partidario de tomarlas a diario.

¿Y si no te gustan las bebidas con gas?

En ese caso, tengo varias soluciones:

• ¡Agua con sabor a fruta! Es una nueva tendencia fácil de preparar en casa.
  Elige tu fruta o verdura favorita y córtala en rodajas finas antes de añadirla al agua, por ejemplo, rodajas de pepino o limón. También puede ser agua con gas, según el gusto. También puedes añadir unas hojas de menta para darle más color y sabor. Y si lo sirves en una bonita jarra de cristal, no sólo sabrá bien, ¡también quedará bien!
• En la misma línea, he encontrado una marca (Antésite) que elabora siropes concentrados con extractos de frutas, sin colorantes, azúcares ni edulcorantes añadidos. Basta con añadir unas gotas al agua para aromatizarla; es mucho menos dulce que un sirope tradicional, y está muy rico, ¡con muchos sabores diferentes!
• Otra alternativa muy sana y fácil de preparar en casa: el kéfir
  El kéfir es una bebida fermentada con granos de kéfir, ya sea en leche o en agua endulzada con fruta…
  Es una «superbebida», buena para nuestra flora intestinal, la famosa microbiota, y ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario. Es menos dulce que los refrescos y fácil de hacer tú mismo: si te tienta, vierte en un litro de agua 4 cucharadas de granos de kéfir de frutas enjuagados, que puedes encontrar en tiendas ecológicas o te los pueden regalar (hay redes sociales dedicadas a ello). Añade 3 cucharadas de azúcar blanco o moreno, un higo seco cortado por la mitad yuna rodaja de limón. Dejar fermentar de 24 a 48 horas en un tarro de cristal. Una vez que la fruta haya subido a la superficie, cuele la bebida con un colador o chino para separar el líquido de los granos. Vierte el líquido en una botella hermética y guárdalo en la nevera: ¡es el famoso kéfir de frutas! Durante la fermentación, los granos de kéfir se alimentan del azúcar y se multiplican. Así que no tires los granos. Guárdalos para poder hacer otros kéfir de frutas siguiendo los mismos pasos.

El kéfir es una alternativa interesante que me gustaría mostrarte en vídeo:

Otra solución muy sencilla y saludable

El agua de coco. Pero no la confundas con la leche de coco, ¡no es lo mismo! El agua de coco es el agua que contiene el coco, mientras que la leche de coco se obtiene exprimiendo la pulpa del coco, y es mucho más calórica. Un vaso de agua de coco (150 ml) contiene 30 calorías, la mitad que un refresco, y está repleto de minerales beneficiosos para la salud. Es agua 100% natural, recogida directamente de los cocos jóvenes, por lo que es rica en minerales, sacia la sed y es baja en azúcar. Y no se preocupe, el agua de coco, que hace unos años era prácticamente imposible de encontrar en Francia, ya está disponible en los supermercados.

¿Y la última?

Le sugiero una poción de jengibre. Se trata de una bebida bastante mágica, elaborada como un ponche sin alcohol a base de jengibre fresco, miel y canela. Hay muchas recetas y variaciones en Internet.

Es una bebida tonificante y antiinfecciosa, perfecta tanto en invierno como en verano, caliente o helada.

Y recuerda, en todos los casos, ¡el AGUA es la única bebida ESENCIAL para gozar de buena salud! Y si realmente no te gusta al natural, el truco consiste en añadir la misma cantidad de agua con gas o sin gas a tus zumos de frutas, según tus gustos, para obtener un cóctel menos dulce.