[Artículo actualizado el 19/09/2023]
Vamos a profundizar en un problema que conoce el 10% de la población: los cálculos renales. Aparecen a partir de los cuarenta años, y son dos veces más frecuentes en los hombres que en las mujeres, pero voy a darte los reflejos adecuados que debes adoptar para prevenirlos.
¿Qué son exactamente los cálculos renales?
Un cálculo renal es como un pequeño grano que se ha formado a partir de elementos presentes en la orina.
Poco a poco, otros elementos se aglutinan en esta pequeña mota, que aumenta de volumen y se asemeja a una piedra con el paso del tiempo.
Estas piedras se llaman cálculos y suelen ser pequeñas. Afortunadamente, pueden eliminarse espontáneamente a través de la orina.
¿Qué explica este mecanismo de formación de cálculos?
Cuando hace calor, a menudo estás deshidratado y no bebes lo suficiente, por lo que tienes pocos productos de desecho que se concentran en la orina. Y si no bebes lo suficiente, no los eliminas y se quedan en la vejiga.
Estos pequeños cálculos renales suelen ser indoloros, pero cuando aumentan de tamaño, pueden bloquear el flujo de orina y es entonces cuando duele. Aparecen de madrugada o a altas horas de la noche, cuando se está acostado o sentado, y provocan una serie de molestias como fiebre e incluso hemorragias.
En principio, la mayoría de los cálculos se desmoronan y se eliminan solos en 6 semanas.
Cuando son demasiado densos, hay que romperlos y cortarlos quirúrgicamente.
¿Cómo podemos evitar los cálculos renales con nuestra dieta?
Los cálculos renales están relacionados en gran medida con la dieta.
Estudios recientes han demostrado que unos cuantos hábitos sencillos pueden ayudar a protegerse contra ellos y evitar las recidivas.
Ante todo, ¡hay que beber para ayudar a eliminarlos!
Como ya he dicho, una concentración excesiva de orina favorece la formación de cálculos renales. Cuanto más te reprimes, más te equivocas.
Necesitas beber durante todo el día, incluso por la noche si te despiertas. Es esencial para eliminar.
Tu orina debe ser clara, de color amarillo pálido, casi incolora.
Por otro lado, en cuanto al té y al café, limítate a 2-3 tazas al día, porque a pesar del efecto diurético que te ayuda a eliminar, estas bebidas siguen conteniendo compuestos que pueden favorecer la formación de cálculos. Puedes beberlas, pero no en exceso.
En cuanto al té, evita prepararlo demasiado tiempo o preferir el té verde al negro, por ejemplo.
En cuanto al café, evita en la medida de lo posible abusar sobre todo del café soluble.
Lo mismo ocurre con los refrescos, que contienen un azúcar (fructosa) que favorece la formación de cálculos renales, y el alcohol, más concretamente el champán, el vino blanco y la cerveza, también contienen compuestos que favorecen la formación de cálculos renales.
Así que alterna en la medida de lo posible y elige agua del grifo o agua con bajo contenido mineral como Evian, Volvic o Cristalline.
El agua carbonatada rica en bicarbonatos como Badoit, Salvetat o Perrier ayudará a prevenir la formación de cálculos renales.
¿Debo comer más verduras si tengo cálculos renales?
Sí, ¡debes comer verduras Y fruta ! ¿Por qué? Sencillamente porque son ricas en agua.
Si comes 3 piezas de fruta, es como si bebieras ½ litro de agua, ¡lo cual está muy bien!
Y gracias al potasio de la fruta, la orina es menos ácida, lo que reduce el riesgo de formación de cálculos.
Así que planifica la comida y la cena con una verdura cruda, una sopa o una verdura cocida, y 2-3 piezas de fruta repartidas a lo largo del día, ¡y listo!
Por otro lado, cuidado con el exceso de proteínas, que aumenta el riesgo de cálculos.
Así que, en el menú, no más de un filete picado o 2 lonchas de jamón al día, alternando entre carne, aves, pescado y huevos, y moderando mucho los despojos y la caza.
¿Hay alimentos prohibidos?
Yo no llegaría a decir «alimentos prohibidos», sino «que deben comerse con moderación», ya que estos alimentos también contienen compuestos que favorecen la formación de cálculos.
He aquí otros alimentos que hay que tomar con moderación:
- cacao y chocolate negro
- té
- cacahuetes, almendras, nueces, avellanas
- espárragos, remolacha, acelgas, brécol, espinacas, acedera, boniato
- frutos rojos, higos, ruibarbo
- Y despojos y caza, como he dicho antes, así como ciertos pescados (arenque, atún, sardinas en aceite, anchoas, etc.) y mariscos.
Una vez más, simplemente te digo «¡no te pases!».
También te lo puedo explicar en vídeo:
¿Un último consejo?
Sí: evite la sal.
En la práctica, cuando compras comida industrial, en los supermercados por ejemplo, suele estar muy salada, como las sopas, las patatas fritas, las galletas, los embutidos, el queso… Así que una vez al día como máximo.
Y, sobre todo, ¡evita la sal en la mesa, que siempre se añade al plato!
Resumiendo
- 2 litros de agua al día, repartidos entre el día y la noche;
- No más de una comida de carne o pescado al día (y favorecer la fruta y la verdura);
- Nunca añadas sal en la mesa.