[Artículo actualizado el 19/09/2023]
A menudo se habla de una dieta equilibrada o de comer sano, pero ¿qué significa eso y cómo puedes hacerlo? Tenemos 6 consejos para equilibrar tu dieta y ayudarte a conseguir tus objetivos.
Consejo 1: Bebe agua
Sí, no es un alimento como tal, pero es importante hablar de hidratación: ¡bebe agua! Es aconsejable beber al menos entre 1,5 y 2 litros de agua al día para cubrir tus necesidades. Así que reduce el consumo de bebidas gaseosas y opta por el agua, ya sea sin gas, con gas, té o café.
Consejo n.º 2: Permítete algunas pequeñas desviaciones
Con pequeñas desviaciones no me refiero a comer un paquete de pasteles o tres barras de chocolate, sino a darse un capricho de vez en cuando para no frustrarse. Llevar una dieta equilibrada no significa suprimir todos los alimentos apetecibles que te dan placer, porque si no, no te apetecerá comer porque no disfrutarás.
Así que si te apetece un postre o un tentempié ligeramente más calórico, ¡permítetelo! Es lo que llamamos la dieta flexible.
Consejo nº 3: Presta atención a tus necesidades calóricas
Si comes más de lo que necesitas, engordarás, y al contrario, si comes menos de lo que necesitas, adelgazarás, y da igual la calidad de los alimentos que consumas.
Para explicarlo con más detalle, esto es lo que llamamos equilibrio calórico. Si comes menos de lo que necesitas, estarás en déficit calórico, y si comes más de lo que necesitas, estarás en exceso calórico.
Lo ideal, si no quieres perder ni ganar peso, es mantener el equilibrio calórico, comiendo productos de calidad y distribuyendo tus macronutrientes de forma ideal, es decir, ¡proteínas, grasas e hidratos de carbono! Lo que nos lleva al siguiente punto…
Consejo 4: Distribuir los macronutrientes
Para que no te falte de nada, debes aportar a tu organismo proteínas, grasas e hidratos de carbono. Las proteínas, presentes sobre todo en la carne, los huevos y los productos lácteos, te ayudarán a aumentar la masa muscular y a limitar su pérdida. Los lípidos, también llamados grasas, que se encuentran en la mantequilla, el aceite o el pescado azul, tendrán efectos beneficiosos sobre todo para el cerebro. Por último, los glúcidos, también llamados azúcares, presentes en los alimentos ricos en almidón y en los productos dulces, aportarán energía al organismo.
Para que su organismo rinda al máximo, debe encontrar el equilibrio adecuado entre estos tres nutrientes. En general, se aconseja consumir alrededor de un 20% de proteínas, un 30% de grasas y un 50% de hidratos de carbono.
Para repartirlos de forma ideal, haz al menos 3 comidas al día, o incluso 4, para repartir tu ingesta a lo largo del día y permitir que tu organismo asimile todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.
La mejor manera de distribuir tus macronutrientes es equilibrar tu plato: un tercio de proteínas, un tercio de verduras y un tercio de alimentos ricos en almidón o cereales.
Consejo 5: Cocine usted mismo
No hay nada mejor que una buena comida casera. Así que evita comprar platos precocinados de producción industrial e intenta cocinar tú mismo todo lo que puedas, aunque te lleve un poco de tiempo. Lo único que tienes que hacer es organizarte y preparar los platos de la semana o de unos días, de modo que cocines una o dos veces por semana. Además, la calidad de tu comida será mucho mejor y te aportará los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente.
Consejo 6: Tómate tu tiempo para comer
Es importante tomarse el tiempo necesario para experimentar plenamente las sensaciones de la comida, ya que comer demasiado deprisa podría impedirle sentir la saciedad y, por tanto, la sensación de que ya no tiene hambre. Así que tómate tu tiempo y escucha a tu cuerpo para evitar comer en exceso.
Como has visto, comer sano no es difícil, todo es cuestión de fuerza de voluntad y organización. Depende de ti.