¿Cuáles son las alternativas a la sal?

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

¿Cómo le gusta la sal? ¿Gruesa o fina? ¿Gris o blanca? ¿Marina o no? ¿Natural o de hierbas? La oferta es amplia y el mercado está en auge, pero ¿es buena la sal? Y si lo es, ¿cuáles son las alternativas?

Antes de seguir leyendo

No soy una experta en este campo, pero me apasionan la nutrición y la salud.

Los artículos que encontrarás en mi sitio son el resultado de una investigación en profundidad que me gustaría compartir contigo. Sin embargo, me gustaría subrayar que no soy un profesional de la salud y que mis consejos no deben sustituir en ningún caso a los de un médico cualificado. Estoy aquí para orientarte, pero es importante que consultes a un profesional en caso de dudas específicas o preocupaciones médicas. Su bienestar es importante. Así que asegúrate de consultar a los especialistas adecuados y cuídate lo mejor posible.

¿Es la sal realmente buena para nosotros?

La sal es esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Regula nuestros sistemas nervioso y muscular y nos permite asimilar minerales y oligoelementos. No procede de nuestro propio cuerpo, por lo que debe ser aportada por nuestros alimentos o bebidas.

Nuestro organismo necesita 2 gramos de sal al día, y la OMS recomienda no superar los 5 gramos diarios.

Por desgracia, los franceses consumen una media de 10 gramos al día…

sel et poivre sur une table

¿Dónde encontramos normalmente esta sal?

En el agua, las frutas y verduras, el queso, el pan, los embutidos y, desgraciadamente, también en los platos precocinados, porque ahí está el problema: la industria alimentaria usa y abusa de ella para dar sabor a sus platos y retener el agua, lo que los hace más pesados y, por tanto, más caros de vender.

También usa y abusa de ella porque la sal mejora la conservación de alimentos como el pan y los embutidos, ya que tiene propiedades que destruyen las bacterias (sobre todo en el caso del queso y el pan).

Incluso en postres, galletas y otros dulces, se usa sal en exceso porque realza el sabor dulce de los alimentos.

El problema es que un exceso de sal es perjudicial para la salud.

Por ejemplo, agrava ciertos problemas como la osteoporosis y la retención de líquidos, y aumenta la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Nota: los estudios han demostrado que alrededor del 80% de nuestra ingesta de sal procede de los alimentos (de forma natural o añadida), el 20% del salero…

¿Consejos para reducir el consumo de sal?

Es importante reducir el consumo de sal: ¿sabía que si consumiéramos un 30% menos de sal, habría 20.000 o 30.000 muertes menos al año en Francia igualmente?

Se han llevado a cabo iniciativas de sensibilización entre fabricantes de alimentos, panaderos y charcuteros.

Para algunos productos, los resultados son alentadores: sopas deshidratadas (descenso del 48%), raviolis (descenso del 25%), copos de maíz (descenso del 17%), arroz inflado (descenso del 16%).

pot de sel dans une cuisine pour montrer qu'il faut réduire la consommation de sel

Para el resto, he aquí mi consejo:

Lea las etiquetas

Lea las etiquetas para evitar equivocarse sobre el contenido de sal de un alimento.

Al igual que el azúcar, la sal se esconde en productos de los que no sospecharías necesariamente.

Busque productos etiquetados como «bajos en sodio» o «sin sal», «sin sodio» o «sin sal añadida».

Busque también el símbolo «Health Check», que indica que el producto no supera el contenido máximo de sodio recomendado por la Heart and Stroke Foundation.

Prefiera la comida casera

Los productos industriales precocinados suelen contener mucha sal, que se utiliza para conservarlos y realzar su sabor. Cocinar en casa permite evitar este problema: es usted quien decide cuánta sal añadir a sus platos.

Alimentos que deben consumirse con moderación

Reduzca el consumo de alimentos ricos en sal, como quesos, embutidos, pan, cereales, galletas, sopas de sobre y aliños de ensalada embotellados.

15 ml de vinagreta comercial contienen una media de 100 mg de sodio.

Nota: que un alimento no tenga un sabor salado pronunciado no significa que no contenga mucho sodio.

Actitud en la mesa

No dejes el salero en la mesa. Echa sal a las comidas antes de servirlas. Después, no añadas sal a tu plato. Así podrás mantener cierto control sobre la cantidad de sal de tus comidas.

Aromatiza con hierbas o especias

Las hierbas también realzan el sabor de sus platos, y pueden añadirse a platos frescos o secos, lo que facilita su conservación.

Las especias como la cúrcuma, el comino, el jengibre y la canela tienen un potente sabor que realza los platos. Existen varias mezclas de especias que contienen poca o ninguna sal.

alternatives au sel avec des épices et des herbes

¿Qué otros productos pueden sustituir a la sal?

La sal dietética, de sabor similar a la sal de mesa, está compuesta por sales minerales (1/3 de cloruro sódico y 2/3 de cloruro potásico).

A diferencia de la sal, no provoca retención de líquidos e incluso tiene propiedades diuréticas. Pero hay que tener cuidado de no excederse.

También está el gomasio, originario de Japón, elaborado con sal marina y semillas de sésamo tostadas, y que a veces contiene algas. Tiene un contenido en sal muy bajo (apenas el 10%) y un sabor agradable. El único inconveniente es que no se cocina. Por eso puede utilizarse en ensaladas y aliños.

De Japón proceden las algas negras, con las que se elabora el sushi. Espolvoreada sobre las comidas, esta alga da un sabor ligeramente yodado.

También se puede comer sal loca: una mezcla de especias y hierbas de la isla de Ré que se encuentra en . Es sabrosa y tiene un sabor muy fuerte. Es sabrosa y tiene un contenido muy bajo en sal. Entre sus ingredientes figuran pimienta gris, roja y blanca, cilantro, bayas rosas, tomillo y romero.

EN RESUMEN

  • La sal es esencial para nuestro organismo
  • El consumo excesivo de sal es perjudicial para la salud
  • Sustituye la sal por especias, hierbas, gomasio o sal loca
  • Reduzca el consumo de queso, pan y alimentos procesados