¿Cómo puedo prescindir del azúcar?

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

Bollería, viennoiseries, helados, bebidas, etc… Dondequiera que haya azúcar, uno siente que no puede prescindir de él. Y sin embargo, ¡se puede hacer!

¿Por qué sentimos que no podemos prescindir del azúcar?

En primer lugar, es importante comprender que se trata de azúcar en polvo, el mismo azúcar que los fabricantes o nosotros mismos añadimos en casi todas partes, en ciertas frutas como las fresas, en los yogures, en el café, en el té… y que no es indispensable para la vida, sino que está ahí para dar sabor y, por tanto, favorecer nuestro placer gustativo.

No es el mismo azúcar que se encuentra de forma natural en los alimentos ricos en almidón o en el pan, por ejemplo, y el impacto en el organismo no es el mismo.

Se ha demostrado que, con el azúcar añadido, entramos en lo que se conoce como «circuito de recompensa»: básicamente, cuando lo comemos, hace tanto bien al cerebro que nos pide más…..

Numerosos estudios han demostrado que, en roedores, el azúcar es más adictivo que la cocaína (de 100 ratas analizadas, 94 preferían enormemente el sabor dulce a la cocaína).

Por tanto, no digo que no debas comer azúcar, pero si sientes que se está convirtiendo en una especie de «adicción», existen técnicas para ayudarte; porque, no lo olvidemos, un exceso de azúcar puede ser perjudicial para la salud: sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades cardiovasculares….

¿Qué podemos hacer?

«La ley del todo o nada»: la única forma de controlar una adicción es interrumpir todo consumo.

Un drogadicto no puede satisfacerse con una sola dosis de heroína, ni un fumador con un solo cigarrillo. Así que hay que dejar de consumir todas las formas de azúcar y edulcorantes artificiales, que aumentan los antojos y conducen al almacenamiento de grasa. Lo ideal es evitar durante 3 semanas los alimentos procesados, es decir, los que compras ya preparados en las tiendas, y cocinar en casa con productos frescos, y verás cómo disminuyen tus ansias de azúcar.

Mi segundo consejo es «no te bebas las calorías «.

De hecho, evita todas las formas de azúcar líquido: refrescos, té o café azucarados, bebidas energéticas, etc.

Descubre 5 consejos para dejar de comer azúcar (añadido):

¿Es difícil ponerlos en práctica?

Requiere un mínimo esfuerzo, pero una vez que lo hayas hecho, verás que tu cuerpo te pedirá mucho menos y estarás encantado contigo mismo.

Por supuesto, además de esto, te aconsejo encarecidamente que «comas proteínas»: proteínas en el desayuno, proteínas en la comida y proteínas en la cena. No en grandes cantidades, pero sí con regularidad para evitar los antojos que a menudo te llevan a recurrir al azúcar.
Empieza el día con un desayuno rico en proteínas: por ejemplo, toma frutos secos, semillas y huevos ecológicos de corral. Y luego, pescado, carne o pollo alimentado con pasto para obtener proteínas de buena calidad en las demás comidas.

Y mi otro consejo es «¡come verduras sin moderación!

Y no pienses que algunas verduras contienen azúcar (espárragos, judías verdes, cebollas, calabacines, tomates, hinojo), estas verduras contienen azúcares añadidos, que no son peligrosos, son los otros.
¡Azúcares añadidos! Las verduras que acabo de mencionar no reaccionan de la misma manera en tu cuerpo, porque también contienen fibra, que ayuda a la digestión, y lo que es más, estas verduras te ayudan a perder peso.

¿Qué hacer si tienes hambre?

Pues te recomiendo un «kit de emergencia» para los antojos. El secreto está en no encontrarse nunca en una situación de emergencia, para no ceder a las ganas de comer cuando pases por delante de una máquina de golosinas o un restaurante de comida rápida. Lleva siempre contigo un «kit de emergencia» que contenga un tentempié saludable para saciarte cuando tengas hambre.

Esto es lo que puede contener

• agua de coco sin azúcar añadido
• Almendras, nueces, pipas de calabaza
• 1 huevo duro

Por último, acuérdate de no comprar alimentos tentadores como galletas o chocolates, ya que al estar tanto tiempo en tus armarios y ser tan fáciles de conseguir, ¡seguro que te cuesta más resistirte a ellos!

Si los necesitas para otros miembros de la familia o para posibles invitados, guárdalos en un lugar alto del armario para que sean inaccesibles.

¿No es sólo la comida lo que te hace desear cosas dulces?

No, hay otros factores sobre los que puedes influir:

• Empieza por liberarte del estrés .
  Reaccionar ante el estrés provoca una auténtica «tormenta hormonal» en el organismo, liberando cortisol, la hormona del estrés, que favorece el almacenamiento de grasa en el vientre. Un pequeño truco para combatirlo: inspira profundamente durante 5 segundos y espira durante 5 segundos, todo ello durante 5 minutos, 3 veces al día con cada comida: es lo que se llama coherencia cardíaca.
  Hágalo y se sorprenderá.

• Por último, no descuides tu cuota de sueño… El cansancio nos empuja a consumir alimentos reconfortantes (más grasa y azúcar) que no son necesariamente buenos para nuestra salud, repito. La falta de sueño está asociada a la secreción de dos hormonas responsables del apetito y la saciedad.
  En otras palabras, la falta de sueño puede provocar sensación de hambre.

Para terminar, me gustaría decir que aunque no sea tan fácil «desintoxicarse» del azúcar, merece la pena el esfuerzo. Inténtalo al menos durante unos días y verás…

EN RESUMEN:

• El azúcar añadido no es esencial
• Tenga siempre un «botiquín» para los tentempiés ocasionales.
• El estrés y el sueño pueden favorecer los antojos de azúcar