Calor: ¿qué hay que comer?

[Artículo actualizado el 19/09/2023]

¡Ya es verano! El sol brilla, la ropa es ligera y las temperaturas suben.

Antes de seguir leyendo

No soy una experta en este campo, pero me apasionan la nutrición y la salud.

Los artículos que encontrarás en mi sitio son el resultado de una investigación en profundidad que me gustaría compartir contigo. Sin embargo, me gustaría subrayar que no soy un profesional de la salud y que mis consejos no deben sustituir en ningún caso a los de un médico cualificado. Estoy aquí para orientarte, pero es importante que consultes a un profesional en caso de dudas específicas o preocupaciones médicas. Su bienestar es importante. Así que asegúrate de consultar a los especialistas adecuados y cuídate lo mejor posible.

Este año nos hemos dado cuenta de que, incluso antes de que la temporada estival esté en pleno apogeo, ¡el calor ha llegado antes de tiempo!

Ola de calor, vigilancia naranja para algunas regiones y roja para otras. Así que es hora de pensar en lo que hay que hacer para mantenerse en plena forma y evitar sentir el calor.

¿Comes frío o caliente? ¿Bebe té o cerveza fría? ¿Debes concentrarte únicamente en ensaladas y batidos?

Como dietista y nutricionista, he decidido darte mis consejos para que puedas adaptar tus comidas al calor del verano.

El objetivo principal es evitar la deshidratación.

Los alimentos también contienen agua, unos más que otros, y tendrás que aprovecharla al máximo en cuanto el termómetro empiece a subir.

Vamos, ¡que te lo cuento todo! Este verano vas a estar a tono con las necesidades de tu cuerpo y te vas a mantener en plena forma.

Lo que tienes que hacer

  • Bebe mucha agua. La recomendación es 1,5 litros de agua al día, pero de nada sirve beber 3 o 4 litros diarios. Ten cuidado, beber demasiada agua puede ser peligroso para tu salud. Limítate a la cantidad diaria recomendada y obtén el agua de los alimentos.
  • Verduras: son ricas en agua, así que aprovéchalas. Durante los meses de verano, tenemos una gran variedad de ellas a nuestra disposición. Piensa en comer tomates, pepinos, calabacines o rábanos. Puedes cocinarlos en ensalada, crudos, a la sartén (por la mañana temprano o por la noche), al vapor, e incluso en la barbacoa para algunos (calabacines, pimientos o berenjenas a las brasas: ¡es excelente!).
  • Fruta: regálate un postre o un tentempié afrutado. Sandía, melón, pomelo, naranja, melocotón, fresa… El verano es sin duda la estación de las frutas coloridas, sabrosas y dulces. Ricas en agua y vitaminas, te sentarán de maravilla. Disfrútalas crudas o en ensalada, en cuartos o enteras. No hay mejor manera de aumentar tu energía.
  • Aromatiza tus propias bebidas si se te abre el apetito: no dudes en probar nuevas recetas con limón, frambuesas, fresas o cualquier otra fruta o cítrico que te apetezca.
  • Come «ligero», en pequeñas cantidades para evitar sentirte hinchado y aumentar la sensación de cansancio provocada por el calor.

Recuerda: no tienes que comer todo lo que quieras, debes escuchar tu sensación de hambre, que te indica cuándo es el momento de comer, y tu sensación de saciedad, que te indica cuándo es el momento de dejar de comer.

Lo que hay que evitar

  • Comer demasiadagrasa o demasiada sal: una comida demasiado pesada requerirá más energía para digerirla. En cuanto a la sal, aumentará tu sensación de sed, ya que una de sus funciones es retener agua en el organismo.
  • Las bebidas dulces y muy frías obligarán a tu cuerpo a regular su temperatura y, por tanto, la aumentarán para volver al equilibrio.
  • Evita el café y el té (al menos en grandes cantidades) ya que son diuréticos, es decir, aceleran la producción de orina e impiden que retengas agua en el cuerpo.
  • Cuidado con los helados demasiado dulces, que no te quitarán la sed. Te aconsejo que optes por los sorbetes de frutas. Come helado por placer, sí, pero no todo el día.
  • Evita encender los electrodomésticos para cocinar alimentos cuando el mercurio esté alto, para no añadir calor a tu casa. Piense en comer verduras crudas, alimentos feculentos fríos en ensalada y aves frías, por ejemplo. Comer tus platos habituales fríos y calientes es igual de bueno.

Consejo para la compra: cuidado con las intoxicaciones alimentarias debidas a la ruptura de la cadena de frío de ciertos alimentos.

Si hace mucho calor, acuérdate de llevar una bolsa refrigerante en la que guardar los productos frescos para el viaje de vuelta a casa.

Si va de picnic, deje en casa la mayonesa, los pasteles de nata o los preparados de carne o pescado crudos, ya que pueden «estropearse» rápidamente con las altas temperaturas.

¿El alcohol hidrata?

¿Te apetece una cerveza fría, un rosado o un cóctel? El alcohol es un falso amigo cuando hace calor, ¡y te diré por qué!

¿Conoces el efecto vasodilatador del alcohol? Se trata de la dilatación de los vasos sanguíneos. Este mecanismo provoca un aumento de la temperatura corporal y, por tanto, va acompañado de una sensación de calor corporal. Si además te expones al sol, corres el riesgo de sentirte indispuesto.

Si aun así quieres tomar un aperitivo, ten cuidado y permanece a la sombra, alternando entre un vaso de alcohol y otro de agua.

El alcohol no quita la sed. La cerveza es la campeona de esta falsa creencia.

Beber alcohol significa que tu orina estará más diluida, por lo que tendrás que orinar con más frecuencia, aumentando el riesgo de deshidratación.

Si este efecto inducido por el alcohol va acompañado de sudoración debido al calor, el riesgo se duplica.

¿Qué recordar y hacer?

  • Beba agua sin gas a lo largo del día (de 1,5 a 2 litros/día).
  • Come verduras y frutas (frías o calientes), sin olvidar otros grupos de alimentos.
  • Reduzca la cantidad que come (de todos modos, no debería sentir tanta hambre como de costumbre).
  • Evite el alcohol, que es perjudicial cuando hace calor